Antecedentes históricos

La necesidad de publicar, de expresar y dejar testimonio, de trascender, ha acompañado a la Universidad desde hace muchos años. Ya en 1964-65 el rector de entonces, Dr. Manuel Lara y Parra, publicaba en forma de libro su informe de labores; y en ese mismo año la escuela de Físico-Matemáticas publicaba los apuntes de Teoría electromagnética y de Teoría del estado sólido.

Los dos lustros siguientes estuvieron marcados de importantes cambios políticos y académicos, dentro y fuera de la Universidad; por su parte, los esfuerzos en materia editorial eran aislados, espontáneos y esporádicos.

Vino entonces una etapa de expansión ideológica y cultural, de proyección social de la Universidad, que impulsó la creación de mecanismos e instancias de extensión y difusión del trabajo universitario, donde las publicaciones pasaron a jugar un papel importante.

En 1973, el Taller de impresión y reproducción –nombre con el cual se bautiza a la primera instancia dedicada a apoyar la labor editorial– publica siete títulos e inicia la publicación de una revista institucional de la UAP. Para el siguiente año, el rector Quím. Sergio Flores Suárez, crea el Departamento de Publicaciones “para que cumpliera la función de editar y distribuir los textos que generara de por sí o que le enviaran para su publicación las demás dependencias de la institución”.

Es en estos años cuando se expresan los primeros elementos que constituyen la materialización pensada de una labor editorial entendida como una función universitaria, y no un mero accidente o actitud espontánea. En otras palabras, se manifiesta ya un propósito institucional de crear una instancia o dependencia de extensión y encuentro entre la universidad y la sociedad.

Durante los años siguientes, esta labor fue intensificándose. Las ediciones y las colecciones fueron creciendo, con lo que se comenzó a delinear un producción editorial importante integrándose al panorama cultural de la región y del país.

Naturalmente empezó a crecer el interés de otros sectores universitarios por publicar –fenómeno que ahora se ha multiplicado– cuyos primeros resultados fueron la creación de las revistas Dialéctica (1976) y Crítica (1978). En esta expansión, la participación de la escuela de Filosofía y Letras, del entonces Instituto de Ciencias y de la Secretaría de Extensión Universitaria fue muy importante.

Cabe hacer mención que a finales de 1979 el entonces Jefe del Departamento de Publicaciones propuso al Consejo Universitario de la UAP, la transformación de la dependencia en Departamento Editorial, y la ceración de un Consejo Editorial que viniera a encauzar una política editorial institucional. Las propuestas no fueron consideradas para su discusión y aprobación.

En la década de 1980, el fondo editorial crece considerablemente tanto en cantidad como en calidad y, por ende, su prestigio local y nacional. Se fortalece la distribución y venta de libros, y se potencia la promoción de la labor editorial. En esos años, algunas colecciones tienen directores que proponen y evalúan las obras a publicarse. Para 1987, la UAP organiza la primera Feria Nacional del Libro, en la Casa de la Cultura, y desde entonces la viene realizando año con año, siendo su principal promotor y organizador en catorce de ellas.

Como recordarán los universitarios poblanos, el inicio de la década de 1990 fue difícil no sólo para la labor editorial, sino para la Universidad entera, por los diversos problemas políticos al interior de la misma. Sin embargo, nunca se dejó de publicar. No obstante, el desarrollo de la labor editorial en la Universidad –incluyendo a todas las publicaciones que se producen en ella– estuvo marcado por la etapa de recuperación de la estabilidad política de los primeros tres años de esa década y por los altibajos de la economía nacional que repercutió en el presupuesto destinado a esta labor.

En 1991, a iniciativa de la rectoría, se creó un Consejo Editorial formado por 16 personas, funcionarios y académicos universitarios. Sin embargo, y a pesar de varios intentos, este cuerpo colegiado no logró consolidarse como la instancia que se esperaba.

Por su parte, la editorial fue recobrando poco a poco los niveles de producción de años anteriores y abriendo su oferta editorial, intentando recuperar su misión de extensión y encuentro.

En 1993, el Departamento de Publicaciones –que venía fungiendo como editorial universitaria– se fusiona con las Librerías Universitarias, se forma la Dirección General de Fomento Editorial. Esta fusión se mantiene hasta agosto de 1995, cuando se separan las dos dependencias, conservando la editorial el nombre que actualmente la identifica. (Las librerías universitarias se concesionan a un particular, quien las mantiene abiertas hasta 1997).

La experiencia de estos años nos demuestra que la labor editorial universitaria es un espejo que debe reflejar una imagen fiel de los objetivos, la naturaleza y al situación institucional, mediante la hechura de libros y revistas. Si no, echemos una mirada a la producción editorial de la UAP, a lo largo de estos cuatro lustros, y con cierta percepción obtendremos una radiografía de los momentos históricos por los que ha transitado nuestra Universidad.

De igual manera comprobamos que la función de una editorial universitaria –como se dice al inicio– de publicar textos generados en el ámbito universitario, estimula y divulga la investigación y la docencia, por lo que es al mismo tiempo una instancia de apoyo académico. En este sentido, una de las experiencias más provechosas en los últimos años ha sido la elaboración de textos de apoyo a la docencia. Libros de texto, ya probados como material de apoyo, que sintetizan la formación académica y la experiencia docente de muchos años de los profesores-investigadores universitarios. En esta línea editorial se han involucrado algunas unidades administrativas y las unidades académicas, desde la generación de la generación de las obras, su financiamiento o cofinanciamiento, hasta la difusión y comercialización de los títulos.

Cabe señalar que la labor editorial se ha abordado con toda la seriedad que esta función requiere, ya que nuestras publicaciones no sólo cubren necesidades pedagógicas o culturales, sino que por su calidad han merecido reconocimientos externos y nacionales.

Este mismo prestigio ha colaborado para que la UAP haya sido nombrada presidente de la Asociación de Instituciones de Educación Superior de México (ASEDIES) en 1993, y que actualmente ocupe la vicepresidencia –por segunda ocasión– de la zona centro sur de dicha asociación.

La DGFE tiene en su catálogo histórico más de 550 títulos editados, de los cuales 341 se encuentran en lista de precios. De 1996 a 1997 se editaron 46 títulos, constituyéndose en el año de mayor producción editorial hasta ese entonces. También en ese año (octubre de 1997) se reabrió la colección Asteriscos, en la cual no se habían publicado textos hacía varios años. Esta colección ha editado las obras de escritores de reconocido prestigio en el ámbito nacional, pero también de autores locales cuya obra es de probada calidad. En ese periodo se abrieron series como la de Textos científicos, dentro de la colección Textos UAP; la serie de Educación y Cultura, la cual rápidamente adquirió demanda, entre otras.

Los siguientes años se han caracterizado por un aumento en la producción. Tomando en cuenta los periodos administrativos que se aplican en la UAP, de octubre de 1997 a septiembre de 1998 se editaron 63 títulos (en este periodo la vicerrectoría de Docencia inició la publicación de las Guías para el bachillerato universitario y las antologías para el Tronco Común). Para el siguiente periodo (oct. de 1998 a sep. de 1999) se editaron 96; de octubre de 1999 a septiembre de 2000, 82; y de octubre de ese año a septiembre de 2001, 92 títulos.

Este crecimiento se ha visto favorecido por la edición, reimpresión y reedición de las Guías de bachillerato que año con año cubren las necesidades docentes de 22 asignaturas de las preparatorias de la UAP. En el presente año, 2001, se han adherido al Plan de estudios número 5 otras preparatorias incorporadas a la UAP, aumentando la demanda de este material.


Elaborado por: Dirección de Fomento Editorial - gervizyus